miércoles, 20 de abril de 2011

Releyendo Scrum y XP desde las Trincheras

El otro día se me ocurrió volver a leer el clásico de la literatura ScrumScrum and XP from the Trenches”, con el objetivo de comparar la aplicación de Scrum que se comenta en el libro y la que practicamos en mi organización. 

Cuando leí el libro por primera vez, antes de comenzar a aplicar Scrum, a medida que leía el libro trataba de prestar atención en aquellos aspectos en los que el autor ponía más énfasis, suponiendo que una vez inmerso en la práctica, esas cuestiones serían a las que más importancia darle. De forma inconsciente, fui haciendo una selección de estos aspectos para quedarme con un top-10.

Después de volver a leer el libro, e intentar hacer un top-10, la verdad es que lo he tenido más difícil, ya que algunas cuestiones que pasé por alto en su momento, han adquirido ahora una especial relevancia.

En el libro se insiste en que no hay una regla única para aplicar Scrum y que se debe probar con diferentes formas de hacer las cosas, hasta dar con la que mejor se ajusta al contexto donde se aplicará. En efecto eso es así, tanto que incluso si en la primera iteración de su aplicación nos encontramos cómodos, debemos probar a hacer cambios, incluso a sabiendas de que alguno de los cambios que hagamos será a peor, pero eso también sirve para encontrar el modelo óptimo para tu caso.

No se debe tener miedo a cambiar las cosas incluso si creemos que lo que hacemos ya está bastante bien. La mejora continua, debe ser una constante.

Volviendo al tema del libro, uno de los aspectos a los que se le da mucha importancia, pero que yo no supe ver en su plenitud tras la primera lectura, es el conocimiento de la velocidad de los equipos. Al principio pensé que era un indicador más, pero he observado que es vital en dos aspectos que inicialmente no di demasiada importancia: la reducción del riesgo y la mejora continua.

Reducción del riesgo: La estimación y la planificación de un proyecto, no tendrá base objetiva si no conocemos este dato y por lo tanto, estaremos más expuestos a incurrir en retrasos y sobrecostes, sobre todo cuanto más grande sea el proyecto.

Mejora continua: La evolución de la velocidad de los equipos, será un claro indicador de la madurez de los equipos, y como eso se traduce en una mejora de sus resultados. Si analizamos los picos y valles en la evolución de las velocidades y los contrastamos con acciones o cambios introducidos en los equipos, podremos sacar jugosas conclusiones.

Otro aspecto que ha adquirido una especial relevancia para mi, ha sido la importancia del artefacto “Sprint Burn Down Chart”, sobre todo si comparamos la evolución de estas gráficas a lo largo de los distintos Sprints. El seguimiento diario de su evolución permite aprender mucho de como estamos distribuyendo y abordando las historias. No hace falta asistir a todos los “Daily” para darse cuenta mirando este gráfico, de que algunos miembros del equipo repiten durante demasiados días “Sigo trabajando en X”.

La verdad es que ha sido un buen ejercicio leer de nuevo este libro, ha sido como juntarse con algún colega para compartir experiencias sobre Scrum.

No se si ya lo ha dicho alguien antes, pero se me ocurre que un buen consejo para finalizar, sería: “Se práctico y no escatimes esfuerzos en ahorrar trabajo”.

Si alguien no conoce el libro y está interesado en su lectura, se puede descargar de Internet en formato PDF, tanto en inglés como en castellano. Es una lectura amena y no lleva demasiado tiempo leerlo.

No pongo ningún enlace ya que se puede encontrar con facilidad y existen numerosos sitios de descarga.

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